Imagen del padre en adictos varones

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Un análisis del siquiatra Medina Bisiach sobre la relación padres hijo-adicto una explicación detallada sobre cómo funcionan los mecanismos
sicológicos sobre todo en el vínculo del padre con el hijo varón adicto a sustancias prohibidas.

Luego de leer un comentario de la Lic. Farah en este sitio, sobre el rol paterno como función desacreditada, decidí a ampliar ese concepto. Para ello tomé como base la investigación de un instituto mexicano de Integración Juvenil, dirigido por el psiquiatra Dr. Víctor Guisa Cruz, el cual presenta una exploración de la percepción que tienen sobre el padre, los varones consumidores de sustancias, comparado con la imagen de los que no consumen. Sabemos de la importancia de la función paterna como constitutiva de la personalidad del hijo, con su ausencia-presencia, como así también las formas de relacionarse con ese hijo a través de sus normas y valores culturales. Si bien el hijo necesita de la cercanía de la madre en las etapas mas tempranas, el trato directo con el padre, en etapas posteriores, tiene una influencia decisiva para el tema que nos compete. Una de las funciones primordiales del padre, es darle elementos y acompañamiento a sus hijos para que pueda desarrollarse armónicamente en la instancia de separación adecuada de su madre. Entiéndase bien, de la relación absoluta y de sometimiento que normal y necesariamente tiene el hijo en sus primeras etapas del desarrollo. Sino fuera así, quedaría sometido a los deseos de la madre. El padre ayuda a que su hijo se reafirme en la realidad como persona independiente, con toda su capacidad de deseos, opinión y discrepancia. No tiene que hacer todo lo que le diga su madre, sin posibilidad de elaborarlo. Al no estar el padre (física o simbólicamente) la madre asumiría el papel de una “supermadre”, y no dejaría al hijo aprender la responsabilidad, la frustración y la capacidad de la espera. Ese hijo tendería a “aprender” satisfacer sus deseos de inmediato. Otra influencia del padre, es la de la imagen que se forman los hijos de la figura paterna, formadas por percepciones directas, o a través de informaciones, relaciones y actitudes percibidas por el niño en la familia. El niño se identifica con el padre, lo imita y quiere ser como él. Incorpora en su ser su imagen. Lo que notamos los especialistas, como constante en las familias de los sujetos que abusan de drogas o de tecnologías, es la ausencia de un padre firme, que demuestran su deseo de no aceptar al hijo y abdican su rol paterno. Ocupa un lugar secundario en el sistema familiar. El sistema familiar con varones adictos, a grandes rasgos, funcionaría así: una madre indulgente, apegada, sobreprotectora, abiertamente permisiva con el varón  problema, que ocuparía la posición de hijo favorecido, mientras el padre distante, desapegado, débil o ausente; con una notoria dependencia hacia la esposa y hacia los hijos, con precaria representación de autoridad y de sostenerla cotidianamente. La relación padre- hijo adicto es vista por éste como muy negativas por una disciplina poco coherente y ruda. Al contrario, la presencia del padre y la percepción de características positivas afectivas en éste protegen al adolescente de consumir. Por lo tanto, las familias altamente punitivas o con poco cuidado hacia sus hijos, y la percepción negativa que tienen éstos de su padres, se relaciona con la posibilidad del consumo de drogas. En el estudio mencionado, se encontró que los consumidores de drogas venían de hogares desintegrados, o con notoria debilidad del padre y su carencia de autoridad o con un padre con autoritarismo irracional. También surgieron del estudio que las principales características positivas del padre, y con ello alejar la posibilidad de consumo fueron: seguridad, flexibilidad, equilibrio y madurez, adecuada autoestima, apego afectivo y tendencia al optimismo. El único aspecto paterno negativo que apareció con mayor frecuencia , en hijos no consumidores, fue el poco contacto con la realidad que tenían esos padres. El fin de este comentario es revalorizar, de acuerdo a lo expuesto muy sintéticamente, la acción anticipatoria fundamental(prevención) que necesita la familia, a través de orientaciones familiares, que hoy se efectúan cuando ya hay un miembro en problemas. Toda la comunidad tendría que ejercer un rol orientador, desde los medios de comunicación pasando por la escuela hasta las instituciones intermedias y oficiales, señalando las características del rol de padre, la importancia de asumir y desempeñar esa función, así como las que corresponde a los otros integrantes de del familia. Cuando no la ejerce, las consecuencias en cuanto niño pequeño permanecen invisibles, para luego brotar con fuerza en la adolescencia sus rasgos de conducta hacia el consumo.“De acuerdo con lo que el hombre perciba, así se beneficiará. Si un hombre o una mujer son receptores solamente de percepciones negativas, él o ella buscarán y obtendrán satisfacciones de acuerdo a esas percepciones”.

DR. EDUARDO O. MEDINA BISIACH
eomedinab@hotmail.com
DNI 7.976.139
Psiquiatra Universitario (UBA) Matrícula Especialista Nº 11375
Master Internacional en Adicciones (USAL y Deusto- España)

 

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