La Naturaleza es sabia y eso fue adquiriéndose a través de los siglos. Hoy pasamos por bajo ciertos árboles y aspiramos una fragancia, un perfume embriagador. Y es a los efectos de obtener de otros seres una ayuda para el sobrevivir de la especie. Necesita que seres con autonomía, para que lleven el polen a otro lugar para fecundar y crear una semilla. Es el futuro de su especie. Pero ese favor se paga con algo que es el néctar con lo que las abejas luego hacen miel.
Y el político trata de imitar a la Naturaleza, no con polen sino con electrodomésticos, puestos públicos, colchones, chapas y otros objetos a fin de mantener a su especie. Ellos también dan algo a cambio del voto que es el trabajo que genero la fabricación de los elementos con que comprar las voluntades.
Las plantas seducen a animales por la supervivencia, el político también. Debe mantener su puestito con el que sobrevivirá cuatro años. ¿Trabajando? No. Imaginando trapisondas a fin de alimentar a su familia y cuentas bancarias. ¿En beneficio de todos? Usualmente no. Para que si luego no lo agradecen.
¿Haremos como las abejas en las próximas elecciones? No nos dejemos seducir, luego nos traicionaran.
Juan Bell
20/12/06