Escuelas deterioradas vs intereses creados

0
Compartir

Con gran sorpresa y a la vez preocupación me entero, a través de los medios de comunicación de nuestra provincia, de la “turbulencia política” generada y derivada de un tema postergado históricamente por nuestras autoridades nacionales, provinciales y regionales. Me llama muchísimo la atención que una entidad (Comunidad Regional) formada especialmente para la solución de los conflictos coyunturales de la zona, haya dilatado lo que todos sabemos que debían cumplir. Me estoy refiriendo específicamente a la restauración de los edificios escolares de gestión pública. Estos edificios siempre fueron postergados históricamente, solo basta ver el estado deplorable y hasta vergonzoso del Colegio Nacional o el Normal Urquiza.

Como los espacios comunican, lo mismo que las conductas de los alumnos, tenemos que pensar que en esa ruptura de la comunicación está demostrando, salvando algunos casos, el poco interés y desidia al no haber efectivizado lo ya agendado y programado. Voy a nuestra ley madre: la Constitución Nacional. Todos los ciudadanos deberíamos portarla como documento para conocer nuestros derechos y obligaciones. Pero pareciera que no está de moda. Y lo que no está de moda en estos tiempos y “desde hace mucho tiempo”, no es de interés. Para poder resolver la reconstrucción de los edificios escolares deberían todos aunarse construyendo un idioma común de algo tan visible e importante como es el deterioro profundo de las escuelas, que no es de un año sino que marca la apatía de años de desatención del poder público. Pareciera que los intereses de éstas comunidades regionales fueron dirigidos hacia otros destinos, de los cuales no me incumben a mí averiguarlos.
Pero sí puedo decir como ciudadana, docente e investigadora educativa, lo tan paradójico que resulta el haber participado todos de la confección de la nueva ley de Educación, con docentes ya entusiasmados en capacitarse y actualizarse por un lado, y por el otro la inercia de los funcionarios que tienen que haber tenido en su agenda como prioridad, no se hizo por falta de acuerdo.
Resultado de esto, tuvo que venir “papá gobernador” donando 500 mil pesos para que nuestra intendencia pudiera resolver una situación, que es cumplir con los objetivos educativos que nos marcan los organismos internacionales para el 2010.
Me pregunto ¿Que ejemplo damos a la generación que estamos educando? Me parece que nuestros funcionarios tienen que hacer un “mea culpa” por estos hechos. Parecemos incapaces de resolver los problemas como una persistente vocación de eludir el tema educativo. Es decir, el haber sido resuelto por esta vía, considero que no es óptimo ni satisfactorio, solo nos saca de un dificultad coyuntural. Las próximas situaciones que se van a repetir ¿Se va a volver a actuar de esta manera? Pareciera que fuéramos una “sociedad de adolescentes” que ocupamos cargos de adultos y que necesitamos siempre que “venga papá y nos saque del lodo”.
Quisiera que este comentario fuera un objeto de reflexión para toda la ciudadanía y comenzar a luchar contra esa indiferencia que lo único que lleva es a una imagen lamentable de nuestra educación.
Todas estas situaciones generan tristeza en todos los que esperan un viraje, que docente, padre, alumno quisiera ver efectivo estos cambios prometidos, esto remueve mi memoria, rescatando el título de un libro clásico de Jacinto Benavente que habla por sí solo…“Los intereses creados”…

Lic Elena Farah

03/04/07

Commentarios

commentarios

Compartir