Hace muchos años se hizo popular un personaje que se dijo era El Abogado del Diablo. Todo lo que era torcido, el salía en defensa. Así en eso se ha transformado la carrera de abogacía. Se defiende lo indefendible o sea probar que el otro abogado es mas tonto y uno es mas sagaz. Los jueces deben condenar a los reos, en función a lo que le presentan los abogados. Entonces todos buscan la cámara de TV a fin de hacer nombre, buscando la fama que lo conducirá a la fortuna.
La TV nos muestra personas que son como el Abogado del Diablo, pero peor. Estos no defienden a nadie pero lo hacen con todos. ¿Una mosca que enarbolaba una bandera argentina en Méjico? Y allá van encapuchados a cometer desmanes. Al carecerse de argumentos válidos, se recurre a la violencia. Son permanentes buscadores del Kaos y eso era la organización maléfica del Súper Agente 86. Solo molestan y delinquen contra la sociedad que nada tiene que ver. Pero el pueblo se pregunta si estas personas son humanas. Es que todos los seres deben alimentarse, vestirse y mantener una familia. ¿De dónde sacan para estas necesidades mínimas? Tal vez alguien con poder e intereses ocultos, los mantenga. ¿O será la famosa Mano Negra? Lo único palpable es que quien menos tiene es el perjudicado, al otro no le importa. Ese puede llegar tarde al trabajo, no ir o pasar por enfermo. El otro pierde su jornal que significa menos comida en su hogar. Esos revoltosos, ¿tienen casa y familia? ¿Cuánto pagan por hacer líos?
Atentamente
Juan R Bell
92061605
24/04/07