¿Dónde y cuándo iniciar la educación sexual?

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Una reflexión con fundamentos educativos y sicológicos es la que plantea la Lic Elena Farah sobre la educación sexual.

Si me preguntaran ¿Dónde y cuando se debe iniciar la educación sexual? Yo contestaría desde siempre y en la familia, pues la sexualidad está presente desde el nacimiento, según nos informan los especialistas. Porque se produce el “primer parto”, el biológico, en el que el recién nacido viene con los instintos de la especie. Luego con la familia aparecen los lenguajes corporales y las habilidades de la marcha.
Cuando se produce metafóricamente, el “segundo parto”, el social, el niño se separa de la familia para introducirse en el contexto social, la escuela. Este es el primer lugar institucionalizado, fuera de la familia, donde expresan placer o dolor, solidaridad o egoísmo, amor u odio, y todas las facetas de pasiones y sentires que en chicos sanos se manifiestan de manera espontánea. Los docentes, en general, tomamos la temática desde el primer día en que el niño concurre a la escuela. Es tan importante el abordaje porque complementamos lo enseñado en la familia y, en no pocos casos, tratamos de orientar lo que no se sabe o encauzar lo que está distorsionado, para así equilibrar todos las pasiones, en las que está incluido las relacionadas con el aspecto sexual. Por eso es necesario al comienzo nivelar los valores de la familia con los niveles a enseñar en la escuela. Es decir unificar la jerarquización de los mismos. Todo lo que equilibremos en etapas primarias de la evolución humana repercutirá esencialmente en el futuro sexual del alumno/a, favoreciendo la instalación de una identidad sexual saludable. Los docentes del nivel inicial tienen un privilegio: son testigos, protagonistas y promotores de los primeros descubrimientos vitales de los chicos. Deben saber que el erotismo temprano es un integrante de la futura personalidad del niño. Es innato. Además deben impartir los conocimientos básicos y adecuados hacia la sexualidad para evitar crearle el falso concepto de que hay “zonas buenas y zonas malas” en el cuerpo humano. Transmitir todo este tipo de cosas no altera la tarea educativa. En la medida en que los padres transmitan a sus hijos actitudes sexuales saludables, el aprendizaje mejorará en todas las áreas curriculares que habitan en la escuela. Una prohibición injustificada de un sector del conocimiento, detiene o retarda las motivaciones o deseos de conocer los orígenes de las cosas y su funcionabilidad. ¿Por qué? Porque el sexo es una impulso cargado de energía, y si la misma no es canalizada adecuadamente, podría expresarse como desmotivación, desgano, falta de entusiasmo en el conocimiento, por parte del alumno. Los objetivos básicos de la educación sexual en el nivel inicial, están referidos en hacer una clara diferenciación sexual entre varones y mujeres. La segunda tarea que comienza en esta primera etapa, y que luego continúa en la adolescencia (“tercer parto”, el de autonomía) es reconocerse como varón o mujer. Esto sería confirmar, facilitar o ratificar y reconocer nuestra identidad y nuestro rol de género. En algunos casos estas apreciaciones conceptuales se ven obstaculizadas para los docentes. ¿Cómo? Por no poder separar sus subjetividades de las subjetividades de sus alumnos. Quiero decir con esto que el trabajo del conocimiento sexual (o de cualquier otro conocimiento) se va construyendo día a día, y hay que evitar la proyección en el aula de nuestras propias limitaciones y problemas personales no resueltos. Además de esto, el docente se encuentra en un contexto institucional con el cual interacciona y se vincula, y a veces para tratar estos temas, tiene temores de confrontaciones con el equipo de conducción, sus pares y también con los padres. Es debido a que nuestra formación tradicional como docentes es acotada, segmentada y vertical, y no está actualizada con las necesidades actuales de la postmodernidad, pues si bien se les enseña “psicología evolutiva”, no creo que figure “sexología evolutiva”.
Hoy los chicos tienen una adelantada información sexual transmitida por los medios audiovisuales. A veces esa información es mas rica que la de los propios docentes. La educación se enfrenta con los nuevos autoritarismos culturales, que es mostrado a través de la televisión como un modelo validado. Por ejemplo, ven y escuchan hablar sobre homosexualidad, transvestismo, cambio de sexo, etc. La escuela y los docentes se encuentran en un camino oscuro, ante ciertas preguntas, “dos hombres se casaron por TV, ¿Vos te vas a casar con una mujer, eso está mal? La maestra puede desde sus propias subjetividades o bien delegar esa pregunta para ser respondida por sus padres o bien dar una respuesta en la cual aceptación hacia la diversidad, que es la tolerancia y respeto a lo diferente a nosotros; se entiende como primera instancia, pues luego se verá qué estrategia, junto con los padres y con la institución, se tomarán para abordar estas inquietudes de los alumnos.
Desde ya se da por sentado que todo docente tiene que saber cuales son sus valores sexuales, en que escuela está trabajando, y debe asumir como docente elegir el camino de la verdad. Puede enfrentarse a un conflicto que deberá ser resuelto solo por ella: o acepta trabajar en un jardín de infantes con censura sin libertad académica, o por el contrario considerar que la educación sexual es un derecho de la niñez y trabajar para ello. “El tema no es anatómico ni fisiológico, es interpersonal. Sobre eso no hay documentales. El silencio es suplantado por láminas en colores que, definitivamente nadie entiende ni le preocupa entender, porque no es eso lo que los chicos desean aprender. Ellos preguntan por el amor, y la sociedad le responde describiéndoles la estructura de los genitales y la funcionalidad de la procreación y  en especial sobre las serias enfermedades que puedan contraer. ¿Estaremos reprimiendo el amor o  es que ya no sabemos de que se trata?” (Jaime Barylko)

Lic. Elena M. T. Farah
elenafarah78@hotmail.com
DNI 6.396.189
Lic. En Administración y Gestión de la Educación
gresada de Univ. Nacional de Gral. San Martin (BA).

28/04/06

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