Autopsia social de los countries

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Todos estamos de acuerdo que en la actualidad se presenta la mayor concentración y centralización de riquezas de toda la historia, al mismo tiempo también se ha producido y profundizado las desigualdades en cuanto a su distribución. También sabemos que la brecha entre las clases ricas y pobres tiende a ahondarse cada vez mas, acentuándose con los acontecimientos mundiales que marcaron aún más esta situación en nuestro país, y que produjo lo que todos estamos contemplando o viviendo: monopolios, que concentran el poder a través de su capital financiero y que impone nuevas reglas de interrelación entre los mercados. 

Concomitantemente las sociedades, a partir de estos cambios, están en permanente transformación y confrontación. Aparecen los sectores bien diferenciados de “incluidos”: dentro del sistema competitivo y de consumo: belleza, sexo, innovaciones tecnológicas permanentes, y a poseer y ostentar riqueza en todas sus manifestaciones, acumulando ese poder y riqueza en una carrera desenfrenada y exhibicionista. Navegan dentro del sistema “marketista” con la obligación de “mostrar y mostrarse”. Alientan y justifican para su beneficio las carencias de los otros. En nuestro país nadie quiere quedar “excluido”, desaparece el sentido ético, y entonces el clientelismo y la corrupción son instrumentados para lograr esos fines. Con la aparición de estos nuevos actores sociales se produce la crisis de las formas de representación social tradicional, abarcando organizaciones e instituciones, incluyendo la familia.
Por otra parte los “excluidos” se abastecen con la violencia. Expulsados del circuito sociolaboral, y por ende del consumo, son vulnerables desde un punto de vista socio-jurídico. Estos dos nuevos sectores sociales, sintéticamente hablando, integran lo que es hoy nuestra sociedad, sus universos. Están tan delimitados geográfica, económico y culturalmente que conviven en dos mundos sin reconocerse. Se alzan countrys y clubes exclusivos y al lado villas miserias y barrios carenciados apiñados, sobre todo en Buenos Aires, porque desde allá parten los elementos para poder sobrevivir.
¿Porque digo todo esto? Por las consecuencias perversas de este proceso de mutación estructural en la sociedad, desestructurando a la vez una franja vulnerable como es la clase media. A partir de este contexto polarizante, los “ganadores cierran la puerta” expandiendo las urbanizaciones privadas, en las que se destacan los barrios privados, countrys, a los que hay que incluir chacras y mega-emprendimientos (pueblos privados).
Hay que aclarar que los que están incluidos en esta oferta inmobiliaria, en la mayoría, son matrimonios jóvenes (35-45 años) pertenecientes a las clases de servicios gerenciales y profesionales con hijos pequeños e ingreso de ambos cónyuges ligados al sector privado. Savage, propuso distinguir tres sectores de acuerdo a diferentes tipos de calificación o capital: la propiedad (clase media adquisitiva empresarial); la cultural (empleados profesionales) y la organizacional (empleados jerárquicos o profesionales con funciones administrativas). Hay pensadores que hablan de otro sector que se refiere a los comportamientos de políticos de la nueva clase media. Este sujeto político revelaba ser portador de un nuevo estilo de vida, y no constituye un dato menor.
Hagamos una pequeña tipología de esta urbanizaciones privadas: los countrys de larga data, década del 30 y los 70, o más simplemente club de campo, eran considerados como segunda residencia, dotados de una intensa vida social cerrada, y una amplia actividad deportiva inter.-country. Los mas exclusivos eran ya desde esa época y como pioneros: el Tortugas, Highland, club Argentino, Olivos Golf, Los Lagartos, etc y los que reúnen a los que pertenecen a colectividades como las judías (Hacoaj). Los destinatarios de estas ofertas son las clases altas y medias altas, algunos con un gran pasado marcadamente antisemitista (Tortugas). Actualmente tienen todos una problemática en común: los que nosotros denominaremos como un proceso de trasvasamiento generacional; porque se produjo una mutación de “countristas wek-end” a “residentes permanentes”, debido a la nueva situación macroeconómica. Comienzan a generarse nuevas demandas para los ocupantes fijos. Mayor estructura, mayor reglamentación en las normas de urbanismo, marcos de sociabilidad destinados para la contención social, como guarderías, y además mecanismos de contención social para los adolescentes. En los countrys recientes de la década del noventa, la población es permanente y homogénea socialmente, algunos poseen suficientes marcas de status, y atraen por ello a countristas de alto nivel socioeconómico, que no han soportado la masificación de los primitivos countrys que habitaban. Al incorporar cada vez mas servicios, como los colegios, terminan transformándose en “ghettos” aislados de las actividades propias de la ciudad. Así para hacer frente al entorno extra-muro miserable y a veces hostil, continuando con una tradición que viene de los primitivos clubes de campo, cada country tiene su comisión dedicada a actividades de beneficencia, a partir de una cuota mensual mas las expensas.
En lugares no tan cotizados, se reúnen en barrios privados sectores de clase media, enalteciendo la seguridad, son oriundos del lugar, otros pocos no, que la mudanza en general no les afecta su forma de vida ni sus lugares de trabajo, no varían sus practicas anteriores, de amistades, hábitos de consumo, escuela y vida social.
Lo que si empieza a formalizarse son códigos y prácticas que se van instalando, como espacios de sociabilidad común fuera del country: por ejemplo confitería o gimnasio para el caso de las mujeres, y el club para el caso de los hombres. Nunca lo van a unificar como los privilegiados countrys de las grandes urbes, que tienen, por ejemplo, hasta su propio supermercado.
En fin, en estos casos, no se puede afirmar que estemos frente a un grupo social totalmente homogéneo, pues son barrios privados standard.
En última instancia, hay una naturalización de las distancias sociales dándose la integración por “arriba”, para reducir la exposición al peligro, que en algunos generan dimensiones de culpabilidad pues los separa del colectivo de la clase media donde tienen sus raíces y plasmaron su desarrollo.
“Los hombres en general se adaptan tanto mejor al medio en el cual viven y luchan por la vida y el poder, cuanto más desarrollada tienen la habilidad para simular” (José Ingenieros)

Lic Elena Farah
Dr Eduardo Medina Bisiach
20-12-06

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