La Asamblea que reformará el estatuto de la UNRC pasó a un cuarto intermedio hasta el 13 de febrero

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Sólo fue el comienzo de un debate que palideció en formalidades. El rector la definió como “una discusión preliminar”. Hubo 56 asambleístas y el público apenas llegó al medio centenar.

La Asamblea que reformará el estatuto de la UNRC pasó a un cuarto intermedio hasta el 13 de febrero.
Sólo fue el comienzo de un debate que palideció en formalidades. El rector la definió como “una discusión preliminar”. Hubo 56 asambleístas y el público apenas llegó al medio centenar
Tal como se preveía, el cuarto intermedio se impuso al debate. La asamblea universitaria que tiene como tema excluyente la reforma del estatuto de la UNRC será retomada el 13 de febrero. El del martes fue sólo el comienzo de una discusión que no logró ir más allá de las cuestiones formales.
Hubo 56 de 66 asambleístas, quienes sesionaron con el acompañamiento de unas 50 personas, una participación escasa si se la compara con la de las dos últimas asambleas,
concretadas una en agosto del año pasado y la otra el mismo mes de 2001, en las que el aula mayor se vio desbordada de público.
Las deliberaciones comenzaron a las 9.50. Poco después se produjo la primera votación, por la que se creó una comisión encargada de acompañar el proceso de redacción y revisión del nuevo estatuto y conformada -a propuesta del rector Oscar Spada- por los profesores de Ciencias Humanas Hugo Aguilar y Adriana Rizzo, y el abogado Esteban Valentinuzzi, de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la UNRC.
Luego vendrían las exposiciones de una quincena de asambleístas, algunos de los cuales hicieron uso de la palabra en más de una ocasión.
Con posterioridad, se votó el pase a cuarto intermedio hasta febrero y se acordó
trabajar en plenario y de modo continuo en relación con el título preliminar del estatuto, la creación de un claustro único para el sector docente, la duración de mandatos, la conformación del Consejo Superior y de los consejos directivos; la creación de escuelas superiores y escuelas secundarias y la implementación de instancias educativas a nivel pre-universitario. Además, la asamblea resolvió la fijación de turnos de exámenes especiales para los alumnos que se desempeñan como asambleístas, con la intención de que la participación política no empañe su desempeño académico. Las fechas serán determinadas por cada facultad.
Previo al inicio de la sesión, se repartieron entre los asambleístas y algunas personas del público dos cuadernillos, en los que se sintetizan las propuestas de reformas provenientes de distintos sectores de la comunidad universitaria, todas las cuales se suman a la proposición presentada por el rectorado.
Spada pidió pruebas de imaginación, creatividad, inteligencia y voluntad de cambio
“La Universidad puede y debe mejorar su organización, de tal manera que la diversidad de espacios que a su interior se manifiestan se ordenen en función de los intereses del conjunto y contribuyan a lograr los fines y objetivos de la institución. Debe dar pruebas de imaginación, creatividad, inteligencia y voluntad de cambio”, sostuvo en su discurso inaugural el rector Oscar Spada, quien vinculó la realización de esta asamblea con la plataforma con la que accedió al titularidad de esta casa de estudios. Dijo que uno de los ejes de su plan de gobierno es, precisamente, la modificación del estatuto.
Sostuvo que “es necesario debatir el perfil que tendrá la Universidad Nacional de Río Cuarto en las próximas décadas, teniendo en cuenta el contexto actual” y agregó: “Debe la Universidad ser caja de resonancia de las necesidades de la sociedad y espacio de preparación para el cambio social y político”.
Por otra parte, el rector subrayó los cuatros ejes de reforma para el estatuto: el ideológico, el político, el académico y el formal. Y destacó el avance que significó la última reforma del estatuto, concretada en 1993, que permitió el voto directo e impuso la actual ponderación electoral, que ahora pretende cambiarse.
Respecto del nivel de las deliberaciones, Spada dijo: “Hay que tomarla como una discusión preliminar”.

Dos horas de deliberaciones

El primero en pedir la palabra fue Leonardo Di Vacri, consejero directivo por el claustro alumnos de Ciencias Económicas, quien destacó la importancia del debate y la modificación de la que denominó “carta madre” de la UNRC y cuestionó la fecha elegida para el inicio de la asamblea, variable a la que adjudicó la escasa presencia de público. “No es el mejor momento ahora que se están tomando exámenes finales”, sostuvo. También regañó a quienes establecieron un orden del día, por considerar que hubo intromisión en la autonomía de la asamblea. Di Vacri contó de inmediato con el apoyo de la estudiante Natalia Burgos, de Ciencias Exactas.
Seguidamente, la decana de Exactas, Gladys Mori, hizo pública su expresión de deseo: “Ojalá el año que viene se vea colmada esta aula” y puso en tela de juicio las obligaciones de quienes no participaron: “No sé si todos tienen exámenes”, dijo.
El profesor Jorge Aguirre, también de Exactas, resaltó el privilegio de formar parte de la asamblea. Y remarcó que como asambleísta se siente responsable “frente a la historia, el pueblo y nuestros compañeros universitarios” e instó a que se fijaran ejes concretos para la modificación del estatuto.
Le siguió Adolfo Martino, de la misma facultad, quien reprochó la ausencia de asambleas en el ámbito de la UNRC. Y dijo que “es necesario replantearse el rol de la Asamblea universitaria”. Luego, hizo uso de la palabra Jorge Barral, quien apoyó la iniciativa vinculada con la definición de los temas centrales para la discusión a desarrollarse el año próximo. Más adelante, este docente de Ingeniería plantearía la necesidad de que se destaquen la investigación, la docencia y la extensión como ejes centrales de la Universidad.
Mirco Gianotti, consejero estudiantil de Ciencias Económicas, se quejó porque a los alumnos les reservaron la última de las filas ocupadas por los asambleístas y pidió un cronograma de discusión.
A su turno, el vicerrector Juan José Busso subrayó: “El marco de participación es responsabilidad de cada uno de nosotros”. Mientras que Alejandra Méndez, de Ingeniería, dijo que “hay dificultades para que la gente participe”. Por su lado, Fernando Lagrave, decano de Ciencias económicas, sostuvo que “no es necesario que haya asambleas para que exista el debate, que debe ser cotidiano” y remató asegurando que “el peor pensamiento es el perezoso”.
Siguiendo con el tema de la escasa participación, la decana de Ciencias Humanas, Zulma Larrea confió en que “el debate podrá despertar el interés de la comunidad” y convocó a “discutir sin demagogia, con respeto y sin autoritarismo, pero con firmeza”.
Previo a las votaciones, los alumnos se encolumnaron en la necesidad de que la continuidad de esta asamblea no se realice durante varios días seguidos, por una cuestión de disposición de quienes están cursando o rindiendo materias de grado, a lo que se agregó la propuesta del decano de Agronomía y Veterinaria, Gabriel Alcantú, quien pidió que las próximas deliberaciones se realicen en el aula 6 del pabellón 3, para que todos se puedan ver y movilizarse dentro del recinto con mayor facilidad.

 

 

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