Ocho estudiantes de la carrera Ingeniería Mecánica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad local realizan controles de vehículos de transporte público interurbano y provincial en la Terminal de Ómnibus local.
El control se focaliza en el estado técnico de los vehículos, más la documentación que debe tener el transporte para poder circular. Los pasantes se centran en el estado de los neumáticos, en la revisión técnica obligatoria, el seguro automotor, la documentación de los chóferes, el disco tacógrafo (aparato que sirve para controlar la velocidad) y que el registro del vehículo cuente con toda la documentación específica. Las actividades de los pasantes se enmarcan dentro del convenio suscripto oportunamente por la Universidad Nacional de Río Cuarto y el Ente Regulador de los Servicios Públicos de la provincia de Córdoba (ERSEP). Desde mediados de septiembre están trabajando en la Terminal de Ómnibus local con un supervisor del ERSEP.
Los controles se cubren en sucesivos turnos desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche, con dos personas por turnos. El convenio está en funcionamiento desde el 1 de agosto. Los alumnos han tenido un periodo de capacitación para realizar la tarea. La capacitación involucra, entre otros aspectos, las exigencias de relaciones humanas, el trato con choferes, empresarios del transporte y pasajeros. Los alumnos realizan la verificación técnica y de documentos del coche y labran un acta con las condiciones de seguridad del transporte.
No pueden impedir la salida del vehículo, sino que simplemente informan que esa unidad no está en condiciones de viajar. Queda en manos del chofer y de la empresa decidir si sale o no. Los pasantes no tienen el poder de policía pero si pueden advertir al pasaje y al conductor que el coche no está en condiciones de salir. Ponen una faja del lado de adentro del coche que dice que la unidad no está en condiciones.
Los controles van a continuar cuando se disponga el pase a la Terminal nueva.
Sergio Antonelli, uno de los tutores del Plan de Trabajo, explicó que fue “casi una sorpresa para la gente del transporte y los usuarios cuando los pasantes empezaron a realizar controles diariamente porque no es un hecho habitual. Hoy los operativos son constantes, la gente se acostumbró bastante y las empresas están trabajando para poner las unidades en orden a la ley”.
Por su parte, Nelson Cotella, sostuvo: “Las infracciones más comunes no son críticas para la seguridad del vehículo en sí, pero pueden afectar al pasajero en caso de un accidente. Por ejemplo, falta de seguro obligatorio, matafuegos vencidos o falta del martillo de seguridad para los vidrios”.