Una multitud de iraquíes arrastró el miércoles por las calles de Falluyah los cuerpos carbonizados y mutilados de cuatro contratistas civiles que trabajaban para el régimen de ocupación estadounidense.CNN – FALLUYAH, Iraq — Un multitud de iraquíes arrastró el miércoles por las calles de Falluyah los cuerpos carbonizados y mutilados de cuatro contratistas civiles que trabajaban para el régimen de ocupación estadounidense, muertos en una emboscada en la ciudad de la región central del país conocida.
El ataque se produjo poco después que el ejército estadounidense confirmara la muerte de cinco soldados por una bomba que estalló en una carretera en las afueras de Falluyah.
En el incidente, celebrado por una jubilosa multitud, un grupo de hombres con los rostros cubiertos por pañuelos se dividió en dos y arrojaron granadas contra los dos vehículos en el que iban los cuatro contratistas civile estadounidenses.
Los vehículos se incendiaron y el cadáver carbonizado de una de las víctimas fue pateado por un miembro de la exaltada multitud, mientras que otros arrastraban por los pies un cuerpo carbonizado.
Mientras un cuerpo ardía en el suelo, un iraquí se acercó y lo roció con gasolina, avivando las llamas.
Al menos dos cuerpos fueron atados a automóviles y arrastrados por las calles, dijeron los testigos.
«Este es el destino de todos los estadounidenses que vienen a Falluyah», dijo Mohammad Nafik, uno de los miembros de la multitud que rodeaba los restos humanos.
Algunas partes de los cadáveres fueron arrancadas y colgadas de un poste, y dos cuerpos quedaron colgando desde un puente sobre un camino.
Un niño golpeó uno de los cadáveres quemados, mientras la multitud vitoreaba.
«Me alegra ver esto. Los estadounidenses nos están ocupando y esto es lo que sucederá», dijo Mohammad, de 12 años.
Mientras las víctimas ardían, una multitud de 150 hombres coreaban «Larga vida al Islam» y «Allahu Akbar» («Dios es grande») y hacían la señal de la victoria.
En las horas posteriores al ataque no fueron vistos ni soldados estadounidenses ni policías iraquíes en el área, pero un avión caza estadounidense sobrevoló el lugar, y la multitud se dispersó.
Falluyah, ubicada a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, ha sido uno de los más pueblos más violentos de Iraq desde que se inició la ocupación liderada por Estados Unidos, hace un año. Casi todos los días hay ataques a los convoys militares estadounidenses que operan en la zona.
La Casa Blanca culpó del ataque en Falluyah a «terroristas» y «remanentes del antiguo régimen» de Saddam Hussein.
«Son ataques horrendos de personas que están tratando de impedir que avance la democracia, pero la democracia se está enraizando», dijo el portavoz de la Casa Blanca Scott McClellan.
Falluyah está a unos 50 kilómetros al oeste de Bagdad, en la región del triángulo sunnita, un bastión de la resistencia a la ocupación.
Los sunnitas, una rama del Islam minoritaria en un país de mayoría musulmana chiíta, gozaban de una posición relativamente privilegiada bajo el gobierno depuesto del presidente Saddam Hussein, quien también era sunnita, aunque su régimen del Partido Baas era secular.
Con la muerte de los cinco soldados estadounidenses en el ataque a las afueras de Falluyah, el número de soldados estadounidenses muertos en la guerra contra Iraq asciende a 600. De éstos, 461 murieron después de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declarara el fin de las principales operaciones de combate el 1 de mayo.