Se llevó a cabo ayer la audiencia pública por la relocalización en la zona oeste de la ciudad de 125 familias del barrio Santa Teodora. La discusión se extendió por 5 horas y estuvo acompañada de momentos tensos.Pese a los pedidos de prórroga, se concretó ayer por la mañana la audiencia pública para tratar el tema del proyecto de relocalización de vecinos de barrio Santa Teodora. Todas las partes implicadas en el conflicto estuvieron presentes y expusieron sus posturas por un lapso de unas 5 horas.
Cada parte defendió su posición y se mostró opuesto a consensuar.
El Gobierno municipal hizo una sólida defensa del proyecto de relocalización pero dio muestras de debilidad frente a los duros cuestionamientos de los vecinos que se oponen al traslado. La responsable del Emos, Cristina Bologna, defendió el proyecto desestimando la posibilidad de impacto ambiental. «No ocasiona riesgo ambiental ya que su implementación no es susceptible de riesgos ambientales como terremotos. Además el aire no se contaminará ya que sólo se construirán viviendas residenciales», señaló Bologna. Agregó que, por esta razón y por otras que detalló, el «proyecto es altamente factible».
Toda la audiencia estuvo acompañada de clima tenso que por momentos alcanzó la agresión verbal.
Cuando el presidente de la Vecinal Villa Dálcar tuvo el turno para exponer su postura recibió por parte de un funcionario del Gobierno de la ciudad la pregunta por su participación en reuniones para interiorizarse en el proyecto. Militello respondió: «Estuvimos en una reunión, conocimos el proyecto aunque a medias. Lo que nos dieron a conocer no fue para nada pormenorizado».
En el recinto del Concejo Deliberante también se hicieron presentes algunos de los vecinos que serán relocalizados. Llegó un grupo de unas veinte personas que estaban dirigidos por Mary Hansen. Estos vecinos de la ciudad debieron dar cuentas públicamente su decencia. Los testimonios fueron por demás sentidos. Una de las vecinas expresó: «Trabajamos, nuestros hijos van a la Universidad. Somos gente como todos ustedes. Nosotros no necesitamos que nos ensucien, no somos conejitos de India». Invitó a los presentes a conocer su barrio y sus vidas. «Vayan a nuestro barrio, conozcan nuestra vecinal. Caminen nuestro barrio y conozcannos. Vayan a hablar con la gente», exhortó la vecina. Afirmó que en su barrio «hay gente buena y gente mala» y concluyó pidiendo: » No nos quiten esta oportunidad».
Los principales opositores al proyecto del intendente Cantero fueron el arquitecto José Luis Bedano, quien fuera funcionario de la gestión Rins; el presidente de la vecinal Villa Dálcar y los residentes en este sector liderados por los hermanos Foglino.
El presidente de la vecinal Villa Dálcar se opuso al proyecto diciendo: «si esta no es la única alternativa posible, no es la más económica para el municipio ni la que mejor contempla los intereses de la gente desalojada y de los vecinos receptores; entonces ¿por qué apoyar este proyecto con tantas falencias?».
Cargó contra la Municipalidad afirmando que «lo importante es el Parque Costas del río Cuarto y hay que limpiar ambas márgenes a cualquier precio, incluso con gente incluida».
Pudo verse en la audiencia como entre los vecinos reinaba el recelo y la desconfianza, lo cual impidió el diálogo entre ellos.