Los vecinos del Barrio Chino no pueden vivir en paz. La droga, las armas y la delincuencia se apoderaron de la zona y los tienen sumidos en el miedo. Piden que alguien se haga cargo de la situación.Los habitantes del Barrio Chino viven una situación de inseguridad y miedo continuos. Jóvenes del sector causan serios diturbios que quitan la paz al lugar. La vida del barrio está azotada por la droga, las armas y la delincuencia.
Los vecinos expresan que viven con miedo ya que algunos jóvenes «no tienen ni días ni horarios» para delinquir. Por las noches los tiroteos son continuos y los robos se suceden unos tras otros. La mayoría de las personas involucradas son adolescentes y son adictos a las drogas. Los vecinos piden que se los ayude a recuperase y sostienen que «la salida hay que encontrarla con los padres de estos chicos».
En muchos casos los mayores son los que proveen las drogas a los adolescentes. Los vecinos afirman que también son varios los padres de familia que consumen estas sustancias.
Los jóvenes se drogan a la vista de todos y en muchos casos lo hacen para robar. Sin embargo, los vecinos afirman que no pueden decir nada porque reciben amenazas.
Además del pedido por más seguridad, los moradores del sector solicitan agua e iluminación.