SANGRE, SUDOR Y LAGRIMAS

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En un día histórico para el deporte nacional, Agustin Calleri dejó la vida y el alma en la Davis tras su triunfo sobre el numero 1 del mundo, Ferrero. El «Gordo» abrió las puertas de la ilusión que luego se esfumaron con la derrota de Gaudio.(Clarin – 22/09/03) Se trataba de enfrentar al mejor jugador de polvo de ladrillo del mundo en su propia casa, y justamente allí donde había debutado en la Copa Davis tres años. Lejos de asustarse, Agustín Calleri apretó los dientes y jugó el que él mismo definió como «el partido de mi vida» ante Juan Carlos Ferrero para ganar por 6-4, 7-5 y 6-1. Una ovación cálida y respetuosa saludó al ganador cuando dejó el enorme estadio de Málaga después de hacer historia.
Ahí está Calleri aprendiendo a jugar al tenis en Atenas de Río Cuarto con la profesora Dora Suárez. O escuchando a papá decirle que no le pegue a todas las pelotas, que las meta y que elija a cuál darle duro. O jugando a ser bombero. O ayudando en el negocio del viejo cuando el tenis no era un destino seguro y el mandato familiar decía «trabajás o estudiás».
Calleri, el joven que festejó justamente en Málaga la semana pasada su cumpleaños número 27, habrá extrañado ese día el pastel de papas de la abuela María. Y habrá entendido, o soñado, que semejante sacrificio tendría premio.
Ya ganador, Calleri tuvo tiempo para elogiar al capitán: «Para mí Gustavo Luza es muy bueno, y creo que tendría que seguir». Y para desatar un loco festejo en el vestuario «como si fuera una cancha de fútbol» junto al resto del equipo pese a que faltaba un punto, sencillamente porque la tensión debía salir por algún lado. Y luego, con Gastón Gaudio en la cancha. el cordobés se dedicó a alentarlo en todo momento desde el palco reservado para el equipo argentino.
Es que Calleri había llegado a Málaga como el argentino de mejor ranking de los cuatro que conformaron el equipo. Y sonaba extraño que no jugara alguno de los dos individuales. Acaso fue su tenis explosivo, más audaz que cerebral, amigo de los lances y no de la planificación estratégica, el que lo ubicó debajo de Mariano Zabaleta en la consideración de Luza. Pero Calleri, que juega la Davis desde 2000 y que llegó a España con un récord de 3-1 en single y de 2-0 en dobles, tenía las cosas claras: «Tenía que sacar muy bien y no darle ritmo, porque si pasa varias bolas Ferrero es muy peligroso». Así le jugó y así le fue.

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