El Concejo Deliberante entregó a la Madre de Plaza de Mayo Antonia Cisneros una copia de la resolución que la designa como Ciudadana Ilustre de la ciudad.
40 años de búsqueda, 40 años de valentía, 40 años de lucha, 40 años de coraje, 40 años de enseñanza, 40 años que seguirán extendiéndose por la memoria la verdad y la justicia. Antonia Cisneros, madre, sufrió en carne viva el desgarramiento de la desaparición de uno de sus hijos, y no dudó un instante en salir a la calle a reclamar por su amado Ignacio, no tuvo ni tiempo para pensar en el riesgo que ella misma corría, no tuvo lugar para el miedo, notuvo espacio para reflexionar, sólo tuvo el instinto de una madre que sin mirar, medir o escuchar salió a buscar a su hijo. A partir de allí comenzó a hacer historia, un 30 de abril de 1977, sábado; ella junto a otras trece madres fueronlas primeras en dar aquella insipiente media vuelta al monumento antes de que los soldados las echaran, la peor dictadura cívico militar se cernía sobre nuestra patria, sembrando la muerte en cada uno de sus rincones. “No fue…es y está. Era muy bueno, respetuoso como eran la mayoría de los chicos, le gustaba el fútbol, jugaba en Estudiantes. De jovencito era muy atrayente. Todavía lo recuerdan las amigas que tuvo a las que dejaba colgada. Picoteaba de acá para allá. Para colmo el padre le compró una guitarra”. Es la madre de un desaparecido la que habla. El instrumento de cuerdas todavía está. Ocupa junto a la bandera argentina un lugar privilegiado en living de la casa, esperando al “Corcho”. Ignacio Cisneros era cantor y guitarrero. Ingeniero Agrónomo recibido en la Universidad de La Plata, llegó a ser Secretario Académico en la Facultad durante el Gobierno de Cámpora. Perseguido por la Triple A debió regresar a Córdoba. Desapareció el 15 de febrero de 1977 tras visitar a sus padres en Alpa Corral.
“Yo lo que pienso que no hay vida sacrificada por los demás que no tenga valor incalculable, ellos han cometido muchos errores. Perdieron la vida por la vida por una causa justa, eso no me cabe la menor duda”, asegura Antonia Cisneros.
(Telediario Digital Informes Especiales) Fueron infelices años en los que todos los argentinos perdimos algoque nunca recuperaremos, perdimos parte de la luz que irradian aquellos que viven la vida plenamente, aquellos que con pocos años – pero con muchas convicciones – piensan en un mundo mejor, aquellos que obstinadamente ven más allá de su propia conveniencia y luchan, esos que creen, que se comprometen, que esperan, esos que siembran alegría a cada paso. Pero quedaron otros que se ocuparon en mantener encendida aunque más no fuera una pequeña candela, Antonias, que cuando el viento sopló como huracán protegieron con sus manos la ínfima llama, que cuando la lluvia azotó le hicieron un reparo con sus propios cabellos, que caminando y caminando en círculos con otras Antonias nos demostraron la antítesis de que caminando en círculos se puede avanzar, y avanzaron y avanzaron a través de la tristeza, a través del dolor, a través de la crueldad, a través de la injusticia, a través del tiempo hasta llegar a nosotros. (Poema de Antonia para su hijo) «Siempre los buscaremos, en el aire polvoriento del camino (…) Allí donde un hermano sufraese duro vivir de la pobreza injusta, allí te encontraremos.. Mamá, una madre de Plaza de Mayo».
40 años de círculos concéntricos en torno al amor de madreen el que se resume todo el amor, porque la marcha nunca fue de odio ni venganza. Antonia Cisneros es una notable vecina de nuestra ciudad, serena caminante de estos tiempos, vivió y escribe la historia, gran militante política del peronismo, precisamente de la rama femenina, custodia incansable del legado de María Eva Duarte, luchadora insigne de los derechos humanos y la democracia. Aparenta fragilidad, pero alberga en ella un espíritu de indomable coraje que se deja ver con claridad en las ocasiones más difíciles. Antonia milita la democracia, milita la política, milita la vida misma, nos enseña día a día con su ejemplo, nos impulsa a seguir construyendo como ella lo hace, interesada en los temas de la ciudad, de los vecinos y sus necesidades, muchas veces interpelando a la dirigencia para conseguir las soluciones, otras tantas proponiendo y proyectando. Siempre activa, vital, transmitiendo valoresde humanidad y libertad, nació un 9 de julio, parece que fue signada. Antonia es reconocida a nivel nacional e internacional por ser una de las fundadoras y activa participante de Las Madres de Plaza de Mayo, dan cuenta de ello numerosísimas publicaciones e información de diferentes medios. Su trabajo incansable en defensa de los derechos humanos le ha retribuido las más altas distinciones institucionales y la merecida valoración popular, como sucede con las personas de su fuste el reconocimiento nunca fue su objetivo, sino la natural consecuencia de una vida dedicada al servicio. Aquí en nuestra ciudad quizá por conocida, tal vez por su cercanía, por esa humildad que la destaca o porque estamos acostumbrados a contar con ella, debemos caminar hacia atrás tomando distancia para realmente poder contemplar su talla y darnos cuenta de que somos privilegiados vecinos de Antonia, mujer poderosa de suaves modales que desde sus actos nos insta e invita a ser cada día mejores personas. Por ello, por sus múltiples facetas en las que deslumbra, por su lucha, por su valentía y su generosidad, por considerarla una pieza clave en nuestra sociedad y por la alegría de tenerla junto a nosotros, resulta necesario desde este Concejo Deliberante en nombre de toda la ciudadanía declarar a Antonia Cisneros Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Río Cuarto