Ocurrió en la ciudad de Córdoba. Según el relato de la madre, le arrebató el bebé de 8 meses a familiares y les advirtió que no volverían a verlo. Una testigo aseguró haberlo visto en Santa Fe.
Desde el 28 de diciembre pasado, Karina Meyer no tiene noticias de su bebé de 8 meses. El papá, Juan Sebastián Perna, separado de ella y denunciado por violencia de género, se lo arrebató ese día a familiares al tiempo que juraba que no iban a volver a ver al pequeño, según los datos que constan en la causa judicial.
Ayer se presentó Karina a declarar ante el fiscal de Distrito 1, Turno 3, José Mana, quien de turno en feria coordina todos los trámites para dar con el paradero del hombre y el bebé.
Ha pasado un mes y no existe la menor novedad respecto del niño arrebatado por su padre biológico.
El desenlace de esta historia se desencadenó a comienzos de diciembre cuando Karina denunció a Perna por maltrato físico, lo que dio lugar a una restricción mutua de contacto. Debido a la denuncia de violencia efectuada en la Unidad Judicial 18, a la mujer se le proveyó de un botón antipánico.
Siempre según datos de la causa, los padres del niño siguieron en contacto telefónico y ella, que tenía la custodia del niño, accedió a los ruegos de él pueda ver a la criatura.
Así, se pactó una reunión de Perna con una hermana y la madre de la Karina, teniendo en cuenta la restricción de contacto entre los progenitores. El encuentro se produjo el 28 de diciembre en un conocido bar ubicado frente a la plaza Rivadavia de Alta Córdoba y allí el papá –según fuentes judiciales– entre empujones y forcejeos logró arrebatar el bebé. De acuerdo a lo que consta en la denuncia ratificada ayer, Perna amenazó a las mujeres y les aseguró que nunca más iban a ver al chico.
Desde aquella tarde no se tiene noticia alguna del papá ni del niño. La información de fuentes judiciales sostiene que Perna cambió su teléfono, se ausentó de su domicilio y borró toda forma de ubicarlo. Se presume que habría salido de la provincia.
¿A Santa Fe?
Pese a los pedidos de los Meyer a través de redes sociales, con la difusión de la fotografía de Perna y el bebé, no se han producido novedades y se desconoce el paradero de ambos.
Lo único que podría alterar la falta total de noticias es la versión de una joven que trabaja en un perfumería céntrica, quien señaló que conocía muy bien al padre del niño porque vendía ensaladas de fruta en comercios del centro de la ciudad.
Desde esa certeza, dice haberlo visto a Perna hace varios días en la terminal de ómnibus de San Francisco cuando subía a un colectivo en el cual viajaba ella. Finalmente, declaró la testigo, el hombre bajó en Santa Fe con el bebé en sus brazos.
La especie no ha sido confirmada ni desmentida por la Justicia que hasta ayer por la tarde seguía librando oficios a Migraciones, policías de todo el país y secretarías y juzgados de Menores. A su vez, comisionó a Protección de las Personas de la Policía provincial para que lidere la investigación que incluye entrevistas al entorno de conocidos de Perna.
En este punto, la principal dificultad para hallar un nexo con el padre desaparecido es que no se le conoce pareja, amigos íntimos ni otro vínculo afectivo estrecho. Su propia madre también lo denunció por violencia de género, por lo cual fue imputado hace varios años, de acuerdo con la información judicial. (La Voz)