Hugo Minod, tesorero de la Cámara de la Construcción lanzó duras críticas al proceso de viviendas. El municipio anunciaría este martes un plan B, que incluiría el traspaso de los trabajos de la firma Incisa.
En medio de la polémica por el plan de viviendas municipal, el ingeniero Hugo Minod, empresario de la construcción y tesorero de la Cámara local, manifestó que «hay que ver si no se producen nuevamente anomalías»
«De acuerdo a la información que se conoce públicamente, no sé como una empresa que ha facturado de más, cobró de más, pero hizo menos viviendas, puede dar una transferencia directa. Según los pliegos, la firma que va a intervenir ahora va a actuar en relación a lo que firmó a lo anterior», señaló.
Minod sostuvo que «deben existir avales de lo que se cobró pero, tengo entendido por comentarios periodísticos, que los inspectores no han intervenido y hay varias anomalías».
«Espero por los adjudicatarios que están ilusionados, que se explique todo lo que pasó», enfatió.
El empresario dijo que «el adelanto de fondos para acopio de materiales ya está cobrado».
«El acopio, si bien es algo legal, dentro de esta licitación no se entiende. La empresa debía tener la capacidad para aguantar el financiamiento de 100 viviendas entregadas. ¿Para qué solicitar un acopio?», subrayó.
Plan B
El Ejecutivo daría a conocer este martes el Plan B para la continuidad del plan de viviendas para la clase media, ante la grave situación financiera de Ivecor.
La firma de Monte Maíz, que logró la adjudicación para construir más de 740 casas, cederá la obra a otra empresa, aunque aún se espera conocer si habrá una subcontratación ó una cesión del contrato.
Además, podría haber cambios en el proyecto de la vivienda, pese a que la secretaría de Viviendas intentará mantener la “modalidad y calidad”.
En caso de haber una subcontratación, la modalidad no provocaría cambios en el convenio que une al municipio con Ivecor. El punto en contra es que los acreedores de la empresa podrían intentar el embargo de fondos destinados a la construcción y el dinero no llegaría a la firma que asumirá los trabajos.
Además, tendría en vilo al Ejecutivo ante una eventual convocatoria de acreedores ó planteo de quiebra.
La otra opción es una cesión del contrato, que obligaría a un complejo entramado administrativo.
La empresa riocuartense INCISA aparece como la opción para dar continuidad al demorado plan de unidades habitacionales y empresarios de la construcción en la ciudad ya advirtieron que tampoco cuenta con antecedentes en programas de viviendas, uno de los principales déficits de IVECOR.
También genera dudas un eventual cambio en el proyecto de ejecución. Aunque se mantendrían los parámetros de “calidad, tamaño y opciones de habitaciones”, Ivecor podría dejar de aportar los premoldeados para vigas y techo, lo que obligaría a modificaciones.
En el Palacio de Mójica avanzan contra reloj en un cambio que dejará escaso margen de error.