Estudiantes, docentes y autoridades universitarias, que asistieron al Congreso de Educación Superior, reclamaron por una universidad «libre e irrestricta» y para que la investigación que realiza «tenga sentido social».Estudiantes, docentes y autoridades universitarias, que asistieron al Congreso de Educación Superior Latinoamericano Educa, cumplido en la Universidad Nacional de Río Cuarto entre jueves y sábado, reclamaron por una universidad libre e irrestricta y para que la investigación que realiza tenga sentido social y sirva para mejorar la calidad de vida de los pueblos de Latinoamérica.
En estas propuestas coincidieron Ricardo Trujillo y Pedro Rodríguez, dirigentes estudiantil y docente universitarios, respectivamente, de la Universidad Simón Rodríguez de Venezuela, además de Walter Pérez, presidente de la Federación Universitaria de Cuyo, quienes participaron de distintos talleres y mesas redondas sobre temas debatidos en el encuentro latinoamericano.
También el vicerrector Oscar Spada, que participó de una de las mesas redondas de discusión de estos temas, sostuvo, al referirse al impacto que tuvo el neoliberalismo en la educación superior argentina, que «daría la sensación, comparado con lo ocurrido en otros sectores de la sociedad, que fue menos impactante».
El vicerrector, quien recordó que la llamada economía de mercado había sido introducida en décadas anteriores por Martínez de Hoz, afirmó que «el sistema universitario en los momentos más difíciles, a pesar de su heterogeneidad, se mantuvo unido y luchó contra ese flagelo».
Destacó Spada que «la universidad argentina debe generar conocimientos», pero «la finalidad es lograr que se haga con criterio solidario pensando cómo devolver ese conocimiento a la sociedad». Este, remarcó, «es el mayor desafío de la educación superior».
Finalmente dijo que «la universidad debe tener capacidad para pensar y repensarse» y «construir una misión proyectada socialmente».
Este 1° Congreso Latinoamericano de Educación Superior, por otra parte, rindió este viernes un Acto Homenaje a los Libertadores de América, depositando una ofrenda floral frente al busto del General José de San Martín en el anfiteatro del campus universitario que lleva su nombre, al que asistieron delegaciones de Venezuela, Cuba, Paraguay, Ecuador, Chile y Uruguay, así como organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos y universitarias locales y nacionales.
Pedro Rodríguez, docente de la Universidad Simón Rodríguez, trabaja en un Centro Experimental para el Aprendizaje Permanente que funciona como un centro de educación popular de esa casa de altos estudios venezolana.
El visitante dijo que la educación en Venezuela «es pública, aunque todavía existen las universidades privadas, pero hay 21 que son públicas y hay 33 centro tecnológicos públicos».
Rodríguez señaló que desde la llegada del presidente Hugo Chávez «se han abierto tres nuevas universidades públicas y está en proyecto una Universidad Nacional del Deporte; todo esto -añadió- en un marco de una política de apoyo a estudiantes y docentes, con nuevos servicios sociales para ellos».
«Una muestra de esta nueva política dijo el docente venezolano, que rescató la Reforma Universitaria Argentina de 1918- es la Misión Sucre, que censó a 600 mil jóvenes de mi país que querían ingresar a la universidad y no podían y ahora se los está incorporando».
Reconoció Rodríguez que el gobierno chavista «controla sólo parte de las universidades y que hay otras casas de altos estudios autónomas que están en manos de sectores de la oposición, que hasta hoy ponen muchas trabas para el ingreso, pese a que reciben por la Constitución recursos del Estado».
Admitió asimismo que la universidad autónoma «resta posibilidades a la igualdad de oportunidades para el ingreso a la universidad».
Rodríguez dijo que se procura dictar una nueva Ley Universitaria para hacer cumplir el precepto constitucional venezolano de que «la educación es un derecho humano irrevocable de los ciudadanos».
También sostuvo que la universidad que recibe fondos para la investigación debe mejorar con su conocimiento la calidad de vida de los sectores populares.
Al hablar de política internacional, el investigador caraqueño mostró expectativa por «la alianza estratégica que puedan constituir su país, Argentina, Brasil y Chile, a la que podría agregarse Uruguay, si triunfa Tabaré Vázquez».
Walter Pérez, presidente de la Federación Universitaria de Cuyo, dijo que «hay que cambiar el modelo socioeconómico, político y cultural que se impuso en la década del ?90 y que comenzó con la dictadura militar previa, que no sólo se instaló en la Argentina sino que es un proceso que barca a toda América Latina».
«A esto hay que corregirlo desde una alternativa latinoamericana y no desde la perspectiva de cada país», agregó.
Reconoció que «hay resistencia a este proceso de cambio integrador, que proviene de aquellos sectores que se beneficiaron con un modelo de acumulación que imperó durante las dos últimas décadas, donde se enquistan los grandes grupos transnacionales, tanto financieros cuanto mediáticos y económicos».
Pérez consideró que «la educación es un aspecto importante para intentar el cambio pero sostenemos que la alternativa al modelo neoliberal no debe ser solamente de carácter económico y político, sino también cultural».
Aseguró que «no se puede hablar de una transformación sin una universidad pública y gratuita, porque la elitización va en contra de los cambios que perseguimos, pero este sólo es un aspecto».
Walter Pérez destacó la importancia del discurso inaugural del rector Leonidas Cholaky en la apertura del Congreso, al señalar el titular de la casa de altos estudios local «el rol de la universidad en la sociedad para aportar alternativas e ideas para resolver problemas sociales concretos que tenemos a la vuelta de la esquina y no sólo quedarse con la universidad que promueve el conocimiento universal abstracto».
Ricardo Trujillo es dirigente estudiantil y representante de su claustro en el Consejo Superior de la Universidad Simón Rodríguez, que asistió al encuentro de Educación Superior en la UNRC, afirmó que las universidades tradicionales venezolanas «son una piedra en el zapato para el proceso de masificación de la educación popular que persigue el gobierno revolucionario de Hugo Chávez».
«Nosotros trabajamos en las universidades creadas por el gobierno venezolano que trata de ponerlas al servicio de la gente y de su pueblo, porque en las universidades tradicionales confluyen sectores pudientes que impiden que la educación universitaria llegue a todos», sostuvo.
«Las universidades creadas por Chávez -agregó- pretenden no solamente formar profesionales sino apostar a la equidad y a la justicia social, investigando problemas concretos que aporten a la calidad de vida de los sectores populares».
Trujillo dijo que las comunidades universitarias populares «deben revisar qué tipo de universidades tienen y qué educación imparten para ver si es compatible con su entorno social».
Finalmente, el dirigente estudiantil venezolano, coincidiendo con Walter Pérez y Pedro Rodríguez, dijo que la integración que logren países como Argentina, Brasil, Chile y Venezuela no solamente debe ser económica o energética sino educativa y cultural.